Mi Deber Como Capitan

¨Comienza con los planes¨ dijo la Reina. Me destaco a su lado manteniendo mi mirada determinante y mirando hacia adelante. La guerra estaba siendo celebrada y los planes estaban todos en Canterlot, la capital de Equestria. Vi el movimiento de sus cascos por la esquina de mis ojos. ¨Escogeremos a un Changeling para acercarse al funcionamiento interno de Canterlot. Quiero ojos adentro, encuentren una debilidad¨

¨Mi Reina¨ uno de los miembros del consejo comenzó a decir. ¨Quién mejor para el trabajo que el¨

¨Eakco¨ Me quede perfectamente quieto cuando escuche mi nombre. El derecho de hablar en todas las juntas está reservado para el consejo –Pensando que soy capitán de la guardia, debo mostrar mi rango superior.

¨Él es el capitán de mi guardia¨ la Reina dijo firmemente. ¨Confió en el con mi vida diariamente a mi lado. Esto no debería ser luchado verdad, Eakco?¨

Asentí suavemente. ¨Si Mi Reina.¨ Si es una lucha, como lo es todos los días, el llamarla así. Desearía poder llamarla más que Mi Reina –Pero, por causa de mi rango, no puedo. Yo solo soy su sirviente y ella es Mi Reina.

Como maldigo mi rango en tiempos como este. ¨Mi Reina, un mero capitán de la guardia no es rival para un Alicornio de Canterlot!¨

Ella se para. Mantengo mi mirada adelante. Pero me regocijo en cuanto llega a mi lugar. Su cara se ve de ira pero su belleza aun brilla para mí. ¨Él es mi campeón. El será defensa suficiente! El podrá infiltrarse en Canterlot fácilmente.¨

El miembro asiente, después hace una reverencia. ¨Disculpe mi falta de respeto mi Reina. No me refería a el de esa manera con mi comentario¨

¨Entonces te sugiera dejar el cuarto de i trono ahora, tu Reina desea retirarse.¨

¨Cómo lo desees, mi Reina.¨

La junta se ha acabado. Yo sigo en mi deber, silencioso como una roca. No puedo hablar. No me puedo mover. Pero puedo pensar. Hace mucho, aprendí como mantener mis pensamientos en privado de la Colmena. Por otra parte, la colmena entera debería enterarse de mi secreto.

Nuestro secreto.

Porque ella confía tanto en mí. El dolor y la presión de la lealtad nunca fue suficiente como para rasgar sus memorias de nuestra amistad. Éramos cercanos una vez. Cálidos. Era un extraño acercamiento. Me sentía extraño cuando hablaba con ella. A pesar de la escases de comida la Colmena tiene que obedecerla.

Aun somos Changelings separados por el deber. Ella es de la realeza y yo solo un Changeling trabajador. Tenemos un dilema de diferencia. Pero todavía anhelo por ese calor de nuevo y aun desconociendo lo que realmente era. Trabaje por mí mismo hasta el cansancio y logre subir de clase más de lo que nunca creía posible. Volviéndome su semental casco derecho, el capitán de la guardia. La protegería, siempre… Sigo anhelando por ese calor.

Pero no podemos mostrar nuestra amistad – Nuestro calor. Hacerlo sería una debilidad – Algo que los enemigos pueden explotar. Y así mantengo mis sentimientos distantes. Cuando miro dentro de sus ojos diariamente, no veo calor y creo que ella lo ha olvidado. Pero yo nunca olvidare, aunque ella lo haga. Siempre la protegeré a ella y a su calor.

¨Eakco¨ Mantuve mi atención en cuanto ella dice mi nombre. ¨ ¿Debo suponer que estás listo?¨

¨Si, Mi Reina. Todo lo que desees de mí.¨

¨… Porque me proteges tanto, Eakco?¨

Mantuve mi cara estática. Esto es una prueba. Sé que lo es. ¨Porque, Mi Reina…¨ Me inclino en mis rodillas, manteniendo mi cabeza abajo. ¨Tu eres Mi Reina. Yo soy tu sirviente. Inclusive si toda Equestria debe convertirse en tu enemigo, yo te protegeré. Ese es mi deber como tu sirviente y capitán.¨

Es más que eso. Yo la protegería para que pudiera sonreír. Para que pudiera reír. Para que este segura. Para que su calor este seguro. Es mi deber, no como sirviente si no como su… amigo.

¨Levántate, capitán.¨ Lo hago como ella lo desea, como siempre lo he hecho. Mirando entre sus ojos oliva, veo un brillo. Ella recuerda los juguetes. Los juegos. Las carreras. Las frivolidades de nuestra infancia juntos, antes de que fuéramos separados. Ella lo recuerda todo. Puedo sentir que el calor todavía se levanta de ella – De alguna manera, comienzo a sentirme lleno como alguna ves estuve, casi como si estuviera comiendo el amor de dos ponys, aun imposible, lo sé. Los Changelings no pueden producir amor – Ellos solo pueden alimentarse de él. Teniendo suficiente de este, nos podemos reproducir. Podemos prosperar así, no puedo amar a Mi Reina.

Solo puedo sentirle.

¨Admiro tu sentido del deber,¨ dijo ella, el calor de su tono se fue. Ella hablo fríamente ahora, causándome un escalofrió, en cuanto siento sus palabras. ¨Abandona en cuanto seas capas.¨

¨Si, Mi Reina.¨ Mi expresión no ha cambiado, pero si los sentimientos que tengo. Siento solo el frió que irradia de ella ahora. Nada más.

Ella se va, dos guardias la siguen. Miro a ella, dándome cuenta que fueron entrenados por mí. Suspiro a gracias de mi suerte – Sé que ella estará seguro mientras no estoy.

Comienzo a caminar, pensando conmigo mismo. Esos planes para la guerra me molestan. Yo nunca he pensado que pelear sea algo bueno – Es contraproducente a encontrar el amor. Es… malvado. Pero mantengo en mi mente todo lo que pienso cada día. Haría todo lo que pudiera para mantenerla a salvo. ¨Estoy dispuesto a ser malvado,¨ digo suavemente a mí mismo, ¨Solo para que ella este segura.¨

Camino hacia mi cuarto y me quito mi traje después de descartar cualquier armadura tradicional. No es mucho de un traje – Pero otra vez, ¿qué es lo que un Changeling realmente necesita, aparte de su naturaleza? Una simple bufanda y googles completan el disfraz. En una ráfaga de luz verde cambio.

Me sonrió a mí mismo, es tiempo de que me marche. Sé que en cuanto me marche me llevare conmigo algo de comida. Algo que los demás Changelings necesitan ya que ha empezado a faltar. Para mí es esperanza. Para mí es un ardiente calor que hará que las cosas, salgan bien al final.

En cuanto ella este segura… Entonces lo que pase no importara. Ella es Mi Reina y debo protegerla. Ese es mi deber como su capitán.